Multitudinario funeral de mapuche muerto por un disparo policial en Chile


Santiago de Chile, 16 ago (EFE).- Más de 3.000 personas, en su mayoría miembros de comunidades mapuches, participaron hoy en el funeral de Jaime Facundo Mendoza Collío, el comunero de 24 años muerto el pasado miércoles, a causa de un disparo policial, en la sureña región chilena de La Araucanía.


Después de cuatro días de velatorio en 'Requem Pillán', la comunidad donde vivía, el féretro con el cadáver del joven fue llevado en hombros en un recorrido de un kilómetro y medio, en un cortejo escoltado por un grupo de jóvenes a caballo.


El cortejo fue seguido por representantes de unas 200 comunidades mapuches de distintos puntos de La Araucanía y de las regiones del Bío Bío, Los Ríos y Los Lagos.


Los miembros de la comunidad se mostraron molestos con la prensa, a la que acusan de tergiversar su lucha por la recuperación de tierras ancestrales.


Por esa razón, los periodistas sólo pudieron seguir la ceremonia fúnebre desde unos cerros lejanos.


Jaime Facundo Mendoza Collío murió el pasado miércoles cuando participaba en la ocupación de un fundo en la ciudad de Angol, a 600 kilómetros de Santiago, al que llegó la policía para desalojar a los comuneros, por orden judicial.


Según Carabineros (policía militarizada), el funcionario que disparó lo hizo en defensa propia, tras recibir más de 80 perdigones disparados por los comuneros con escopetas, pero la autopsia de la víctima demostró que recibió el disparo mortal por la espalda.


A raíz de ello aumentó la tensión en la zona, donde ocurrieron nuevos atentados, entre ellos el incendio de una escuela rural para niños mapuches este sábado.


El autor del disparo está detenido y a disposición de la Justicia militar, mientras la Fiscalía pidió peritajes especiales de las manos y ropas de la víctima para verificar si utilizó armas en el incidente que le costó la vida.


Antes del funeral, la familia del joven fue visitada por el obispo católico de Temuco, Manuel Camilo Vial, quien permaneció un par de horas en el velatorio.


"He venido al velorio de nuestro hermano mapuche porque como pastor de esta diócesis estoy impresionado por lo sucedido. Es un fracaso de nuestra sociedad por no haber solucionado los conflictos por medio del diálogo", dijo el obispo.


Las autoridades quisieron evitar la presencia visible de Carabineros durante el funeral, en previsión de que fuera interpretada como una provocación por los comuneros, por lo que la policía estableció un área de seguridad de unos 15 kilómetros a la redonda para encarar probables protestas.

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