La exclusión del pueblo mapuche


En el caso del llamado “tema mapuche”, queda claro que, como afirma la sabiduría popular, los árboles no dejan ver el bosque. El Gobierno de la Concertación y los partidos de la Alianza por Chile, se quedan en los episodios, en los conflictos y en las violaciones de los derechos humanos de los pueblos indígenas y no avanzan en una verdadera solución.


Guillermo Teillier, presidente del Partido Comunista de Chile, es rotundamente crítico, al analizar los últimos acontecimientos:


“Toda la acción del Gobierno mostrada en estas semanas en torno al tema de los pueblos originarios es una clara señal de que han perdido le norte para el avance de solución de los conflictos, sobre todo en el ámbito internacional.”


La verdadera espiral ascendente de violación reiterada de los más elementales derechos humanos del pueblo mapuche ha alcanzado tal desarrollo que la situación parece haber tocado fondo.


Las características que el movimiento ha desarrollado en las últimas semanas dada la brutal represión que han ejercido carabineros en contra de vecinos, que en forma pacífica asistían al cumpleaños de la comunidad de Ercilla, por solo mencionar una, a llamado la atención de la comunidad internacional con un reclamo general.


La protesta ejercida por algunas ONG y los reclamos y llamado de atención que efectúan al gobierno chileno diferentes organizaciones de derechos humanos en el ámbito internacional han cobrado cada vez mayor dimensión. Las autoridades, desgraciadamente, no aceptan las observaciones que apuntan en una clara dimensión: atender las demandas de los pueblos originarios.


Estamos en presencia de una exagerada cantidad de diagnósticos, en circunstancias que todos los análisis ya se han realizado y lo que verdaderamente se necesita es cumplir con las recomendaciones que surgen de esos estudios.


Falta de voluntad política


Para el máximo dirigente de la izquierda chilena no es sólo el tema de la OIT y su tratado 169 que obliga al reconocimiento de los pueblos originarios lo que está en el tapete de las conversaciones:


“También está en juego la carta sobre los Derechos Humanos de los pueblos originarios que ya se firmó y que obliga al Estado de Chile a su aplicación, lo cual no se ha efectuado, por lo tanto, los conflictos no se terminarán de la noche a la mañana mientras no exista, de parte del gobierno central una voluntad política y una insinuación a reconocer estos tratados.”


Teillier complementa sus observaciones:


“Hay muy poca conciencia del gobierno y de la oposición, porque se necesitan lo votos de ésta para que todo sea aprobado en el parlamento, por lo tanto esto seguirá así y, le traerá serios problemas al gobierno de Chile a nivel internacional “.


En este asunto se puede constatar otra grave consecuencia del sistema binominal que predomina en el sistema electoral chileno y que excluye a importantes corrientes de opinión que apoyan claramente la causa indígena.


En definitiva, la violación de los derechos humanos de los pueblos originarios es otra forma de la exclusión que afecta actualmente a sectores fundamentales de la sociedad chilena.


Respecto a la creación de un ministerio para los asuntos indígenas, formulada por consejeros de la CONADI, propuesta que fue acogida por el ministro secretario de la presidencia, José Antonio Viera-Gallo, se trata de una iniciativa que sólo podrá funcionar si está precedida por el reconocimiento constitucional de los pueblos originarios.


Por lo tanto, se requiere que la institucionalidad interna reconozca los tratados internacionales sobre la existencia de un Estado chileno compuesto por diversos pueblos, de no ser así, no se puede avanzar sobre materias esenciales y delicadas como los Derechos Humanos, que en las últimas semanas han sido violentados en los pueblos originarios.


Todo esto está relacionado, además, con la defensa de los intereses económicos de las empresas forestales presentes en la zona, defendidas en forma abusiva por el diario “El Mercurio”, que mantiene una agresiva y permanente campaña de tergiversación y manipulación de las informaciones relacionadas con el pueblo mapuche.


Un estado plurinacional


Debemos recordar que el Convenio 169 de la OIT, que fue suscrito por el gobierno de Chile, y que plantea el reconocimiento de los pueblos originarios, fue modificado o “maquillado” hablándose de la multiculturalidad, que a juicio de muchos dirigentes mapuche, esconde una trampa destinada a elevar a la misma calidad de pueblo a los residentes de origen europeo que colonizaron el sur del país.


En este sentido, el ex parlamentario Jorge Insunza, encargado del área laboral del Partido Comunista señala que:


“La solución de los temas del pueblo mapuche parten por el reconocimiento pleno de que se trata de un pueblo, por el reconocimiento pleno de que nosotros somos como Estado, un Estado Plurinacional y que dentro de ese Estado cada pueblo debe tener, en la unidad del Estado, derechos que garanticen sus posibilidades de desarrollo y de permanencia como pueblo.”
Insunza considera que:


“Para eso, lo primero que debiera hacerse, no solamente como responsabilidad del gobierno, sino también en lo específico del parlamento y particularmente del derecho de veto que en el parlamento mantiene la derecha con el sistema binominal, es la aprobación de los acuerdos internacionales que hacen hincapié en normas de mínimo respeto de los derechos de los pueblos originarios en los distintos países”.


En cuanto a que el gobierno estaría dando pasos para la creación de un ministerio, Insunza se mostró de acuerdo con la iniciativa, pero siempre vaya acompañada del necesario reconocimiento constitucional de nuestra condición de estado plurinacional, “ de los contrario, si es sólo un primer paso y se queda ahí, indudablemente no será suficiente”.


Mientras tanto, hoy en La Araucanía continúan las detenciones por sospecha y los allanamientos arbitrarios de que son objetos los habitantes de la zona, como quedó de manifiesto la semana pasada con las denuncias del directo del Observatorio Indígena, José Aylwin Azócar , después de los abusos y las torturas policiales cometidas en el aniversario de la Comuna de Ercilla, en la localidad del mismo nombre.


La exclusión que afecta a importantes sectores, no representados en el Parlamento permite que hoy en día no se cumpla el un deber del Estado de velar por la dignidad de miles de habitantes pertenecientes a las etnias originarias que hoy viven una constante persecución y atropellos a sus derechos básicos.


Fuente: Sergio Reyes, El Siglo

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