Protesta contra invasión de cultivos transgénicos


Una marcha realizada por organizaciones campesinas, sociales y ambientales llegó hasta la casa de gobierno - La Moneda - para exigir la inmediata detención a la futura invación de cultivos transgenicos anunciados por el gobierno y la transnacional Monsanto.

En la oportunidad se entregó una carta a la presidenta Michele Bachelet, firmada por 49 redes y organizaciones de todo el país. En la misiva solicitan una pronta entrevista al ejecutivo para informarles sobre los graves y actuales problemas que existen en los cultivos convencionales actuales con transgenicos, así como de los peligros ambientales y de salud que una decisión de este tipo –sin vuelta atrás- acarreará para la agricultura chilena y la población en general.

La iniciativa provino de la Alianza por una mejor Calidad de Vida integrada
por ANAMURI, la Asociación Nacional de Mujeres Rurales e Indígenas,
CIAL, la Corporación de Investigación en Agricultura Alternativa, OLCA, el
Observatorio Latinoamericano de Conflictos Ambientales y la Red de Acción
en Plaguicidas RAP-Chile.

Entre las adhesiones campesinas a estos planteamientos destacan la Confederación Ranquil y la Federación Campesina O’Higgins, el Movimiento Agroecológico de América Latina y el Caribe MAELA, CET Sur, y diversas organizaciones del Valle del Huasco.

A continuación entregamos la carta enviada a la presidenta Bachelet en forma integra:

CARTA:
Santiago, 23 de abril de 2007
Sra.
Michele Bachelet
Presidenta de Chile
c/c: Cecilia Leiva
Subsecretaria de Agricultura

Estimada Sra. Bachelet

Nos dirigimos a Ud. para solicitarle una entrevista urgente relativa a las decisiones adoptadas por su gobierno en materia de transgénicos, específicamente sobre los anuncios realizados a través de la prensa por el Ministro de Agricultura, don Alvaro Rojas, y los señores Alfredo Villaseca y Jerry Hjellel, gerente general en Chile y vicepresidente de Monsanto respectivamente, sobre la extensión de cultivos de semilla de soja transgénica a 20000 hectáreas en las regiones del centro y sur del país.

Creemos que esta es una decisión que pone en riesgo el futuro de la agricultura del país y que una vez implementada no tiene vuelta atrás. Podemos indicar fundamentadamente que:

La expansión de siembras transgénicas en el país inevitablemente provocará contaminación genética de otros cultivos y stocks de semillas, como ya ha ocurrido en años anteriores. Una vez que Chile adquiera fama de país contaminado genéticamente, sus posibilidades de exportar productos agropecuarios de alto valor disminuyen drásticamente. Las normas de la Unión Europea recientemente aprobadas, por ejemplo, impedirían o dificultarían enormemente la exportación de productos orgánicos por parte de un Chile contaminado.

Monsanto es una empresa que ha fomentado sistemáticamente la contaminación genética, incluso a través del contrabando, el soborno y el incumplimiento de normas legales, por lo que sus anuncios de expansión deben verse como una amenaza. Monsanto se caracteriza también por imponer contratos de producción abusivos y por perseguir judicialmente a cientos de agricultores como estrategia intimidatoria.

La expansión de los cultivos transgénicos en otros países ha llevado a la desaparición masiva de familias campesinas, a la expansión de la pobreza rural, a la pérdida de biodiversidad y variedades locales, y al abandono del campo. Ha causado además el recrudecimiento de las intoxicaciones agudas y crónicas por exposición a pesticidas, llevando incluso a la muerte a niños y adultos. No vemos qué fundamento tiene el Sr. Ministro de Agricultura para indicar que los transgénicos en Chile beneficiarán a los pequeños agricultores.

Los cultivos transgénicos han sido impuestos sin ningún estudio que demuestre su inocuidad para las personas o el medio ambiente. Por el contrario, las grandes empresas biotecnológicas han utilizado todo tipo de presiones para efectivamente bloquear la investigación al respecto y reprimir despiadadamente a quienes se han atrevido a presentar primeros resultados altamente alarmantes. Al consumir productos transgénicos estamos consumiendo proteínas y sustancias que el ser humano no había consumido hasta ahora, cuyos efectos sólo veremos en las próximas décadas. Asegurar que la aparente ausencia de efectos inmediatos visibles indica inocuidad contradice el método científico y la experiencia histórica en salud pública. Creemos que el gobierno tiene el deber de proteger la salud de los chilenos y de impedir que se juegue a la ruleta rusa con nuestra alimentación.

Representamos a organizaciones sociales y ambientales comprometidas con el presente y el futuro de los campesinos y campesinas en Chile. Representamos a campesinas y campesinos de todo el país, a impulsores de la agricultora orgánica y los cultivos agroecológicos, a ciudadanos preocupados por el bienestar de todos y por el futuro del país. Trabajamos en red para, entre otros, promover los alimentos sanos y libres de transgénicos, impulsar la soberanía alimentaria y denunciar el grave daño ocasionado a la salud y al ambiente por el uso de los plaguicidas, muchos de ellos fabricados por Monsanto.

Esperando una pronta respuesta, la saludan cordialmente.

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